La Ley 21.561 (40 horas), publicada el 26 de abril de 2023, tuvo como fundamento la modificación de reglas del Código del Trabajo para reducir la jornada de trabajo de las trabajadoras y trabajadores de nuestro país, con el objeto de aumentar su calidad de vida al disponer de mayor tiempo para recreación o estar junto a sus familias. Sin embargo, su implementación presenta diversos desafíos que tanto empresas como trabajadores deberán enfrentar.
Desafíos para las empresas:
Productividad: Reducir la jornada laboral implica una disminución del tiempo disponible para realizar tareas. Las empresas deberán optimizar la gestión del tiempo, mejorar la eficiencia de los procesos y fomentar la cultura del trabajo inteligente.
Costos: La reducción de la jornada podría implicar un aumento en los costos de producción, especialmente en sectores con alta rotación de personal o que requieren una atención continua. Las empresas deberán buscar alternativas para mantener la rentabilidad.
Flexibilidad laboral: La ley permite la flexibilidad laboral, como el teletrabajo, la jornada híbrida, el establecimiento de bandas horarias de ingreso y el cumplimiento de jornadas de 4x3 para conciliar la vida personal y laboral. Implementar estas medidas de forma efectiva requiere una planificación y gestión adecuada, lo que puede llevar a un aumento de conflictos laborales debiendo crearse un proceso de suoperación de conflictos a la altura de las circunstancias.
Capacitación: Es posible que las empresas necesiten reentrenar a su personal para optimizar el tiempo y aumentar la eficiencia en el trabajo.
Modificaciones contractuales internas: La entrada en vigencia de la ley hace necesario modificar el reglamento interno, como también la redacción de nuevos anexos de contratos, junto con el establecimiento de nuevos procedimientos que ayuden al registro de ingresos y salidas de los trabajadores.
Desafíos para los trabajadores:
Adaptación a la nueva jornada: Los trabajadores deberán ajustar su ritmo de trabajo y aprender a optimizar el tiempo disponible.
Equilibrio entre la vida personal y laboral: La ley busca mejorar este equilibrio, pero su éxito dependerá de la cultura organizacional y la responsabilidad individual.
Comunicación efectiva con el empleador: Es fundamental que los trabajadores se comuniquen con sus empleadores para acordar la mejor forma de implementar la nueva jornada.
Oportunidades y soluciones:
Innovación y tecnología: La adopción de nuevas tecnologías puede ayudar a optimizar procesos y aumentar la productividad.
Cultura organizacional: Fomentar una cultura de trabajo flexible, colaborativa y basada en la confianza puede facilitar la implementación de la ley.
Capacitación y formación: Invertir en la formación del personal es clave para mejorar la eficiencia y la productividad.
Diálogo social: El diálogo entre empresas, trabajadores y el gobierno es fundamental para encontrar soluciones a los desafíos que se presenten.
La implementación de la Ley de 40 horas en Chile representa un desafío importante para el país y de cambios a la cultura organizacional al interior de las empresas. Sin embargo, también es una oportunidad para mejorar la calidad de vida de los trabajadores, aumentar la productividad y fomentar la innovación. El éxito dependerá del esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados.
Es por todo lo anterior que se hace necesario una revisión del estado de cumplimiento interno de las empresas antes de la entrada en vigencia de la ley este 26 de abril de 2024.
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